Espolear a los productores de bioetanol no es la forma de frenar el drenaje de divisas

(Por Guillermo López - @guielopez) Un informe privado revela que con incentivos el sector aportó casi US$ 1.200 millones en ahorro de divisas por sustitución de importaciones de naftas y cargas impositivas e invirtió más de US$ 430 millones. La baja del 35% en el precio de este combustible “verde” que dispondrá el Gobierno para ahorrar dólares lejos está de ser una idea brillante y sólo es pan para hoy. Cuánto producirán las plantas cordobesas y más detalles del sector, en nota completa.

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“Castigar a la cabalgadura para que obedezca”, tal el significado que da la RAE del verbo espolear. Y ésa parece ser la idea que hay detrás del Gobierno para que sean las empresas que se dedican a la producción de este biocombustible a base de maíz las que hagan su aporte para el ahorro de divisas.

Un informe de FADA publicado la semana pasada determina que con los incentivos adecuados (el precio es el principal incentivo de toda empresa) las bioetanoleras generan 4880 puestos de trabajo en el país, permiten ahorrar US$ 370 millones de divisas por sustitución de importaciones de naftas, invirtieron US$ 436 millones y realizaron un aporte fiscal de US$ 812 millones.

Se estima que este año las plantas de Bio4, Vicentín, ProMaíz, ACAbio y Diaser estarán produciendo, de manera conjunta, 484.500 m3 de bioetanol, como consecuencia del procesamiento de 1.453.500 toneladas de maíz. “Esta industrialización, además de generar agregado de valor, contribuiría al desarrollo de las regiones en las cuales se encuentran instaladas dichas plantas, involucrando a una multiplicidad de actores y realizando aportes de diferentes tipos a la sociedad en su conjunto”, señala el informe de la fundación agropecuaria FADA.

El aporte fiscal de la cadena de valor del bioetanol a base de maíz, explica el estudio, fue realizado en los tres niveles de Gobierno y resulta del agregado de la contribución impositiva que hace el sector primario -productores de maíz- y de la que realiza la industria etanolera, en concepto de Impuesto a las Ganancias, al Valor Agregado, a las Transacciones Bancarias, Inmobiliario Rural, Participación de Acciones Societarias, Contribuciones a la Seguridad Social, Derechos de Importación, Ingresos Brutos, Impuesto a los Sellos y Tasa Comercio e Industria.

“Para obtener el aporte total, a dicho agregado se le sustrae el monto correspondiente a costo de oportunidad, el cual refleja lo que deja de percibir el Estado en concepto de derechos de exportación ya que parte del maíz no se exporta sino que se industrializa internamente. Dicho costo de oportunidad se obtiene estimando los derechos de exportación para el 50% del maíz que utiliza la industria del etanol, el cual compite con la exportación; se supone que la otra mitad de la producción de maíz industrializada no compite con la exportación por tratarse de maíz con destino industrial desde sus orígenes -producción adicional resultante de la instalación de una planta de bioetanol en sus inmediaciones”, explica el estudio.

Así las cosas, sin incentivos, no se incrementarán las inversiones, cada vez más necesarias en el país y la región, según resaltó un informe de la Cepal publicado el lunes. Bajar el precio parece ir en contramano del estímulo de las bioetanoleras. Tanto las actuales como las que hayan pensado debutar en este sostenible negocio.

Mirá el informe completo acá.

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