Mujeres Que No Fueron Tapa, un colectivo que “hackea revistas” y cuestiona a las marcas “inclusivas”

(Por Lola López / RdF) Mujeres Que No Fueron Tapa (MQNFT) nació con el objetivo de desnaturalizar los estereotipos de belleza hegemónica que marcan los medios. La cuenta ya tiene más de 100.000 seguidores en Instagram y han lanzado una campaña para juntar fondos, con excelentes resultados.

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Lala Pasquinelli
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MQNFT comenzó como un proyecto de “artivismo”. ¿Qué es esto? Una acción que fusiona arte con activismo, en este caso feminista, a través del “hackeo de revistas”. ¿Qué es esto?

Encuentros donde se recortan las revistas en las que aparecen las típicas imágenes de la mujer cosificada y estereotipada, donde el amor heterosexual, la maternidad, los consejos para estar flacas y poner linda la casa son el must.

El “hackeo” lo realizan en todo lugar donde las llaman: colegios, centros culturales, eventos y hasta reuniones empresariales y, con esos “recortes”, se cuestiona lo hegemónico y se arman nuevos modelos de mujeres, fuera de los lugares comunes.

“Desde MQNFT llamamos ´belleza hegemónica´ a esa construcción de la mujer como única opción en los medios masivos: de pelo lacio y largo, blanca, delgada, joven y con un cuerpo editado, donde la piel es perfecta, las medidas son perfectas y hasta la cara está afinada”, describe la artista Lala Pasquinelli, ideóloga de la iniciativa, al tiempo que alerta sobre las marcas que se postulan como “inclusivas” de toda belleza y es solo una estrategia de venta.

Esa supuesta mirada inclusiva es bastante engañosa porque al final solo se muestra algún cuerpo gordo pero de mujeres blancas y hegemónicas y no se habla de diversidad social, ni de diferentes capacidades.

“Como feministas, nuestro análisis es también económico, político y ambiental”, recalca. “Por supuesto que es bueno que estos temas se empiecen a visibilizar, sin embargo el femvertising que usa las consignas del feminismo pero vaciadas de sentido y solo para vender, es peligroso porque al final se trata de cambiar un poquito para que, en esencia, nada cambie”.

Varias veces les pasó que modelos e influencers se incomodaran con las publicaciones de MQNFT y esgrimían el argumento de "yo con mi cuerpo hago lo que quiero" y "tengo este cuerpo porque me maté entrenando y lo quiero mostrar". O que al señalar que las campañas de moda son racistas y los cuerpos son homogéneos e hiperdelgados, se toma como una crítica personal y no como lo que es: una crítica a la decisión de la empresa de lo que será visible, una crítica a la construcción de un modelo que disciplina cuerpos e identidades y que enferma.

“El planteo de MQNFT a las compañeras que ocupan espacios hegemónicos de visibilidad es siempre invitar a la reflexión”, explica Pasquinelli, y algunas de las preguntas son: ¿Qué es lo que me hace visible? ¿A quiénes invisibiliza mi visibilidad? ¿Cuál es la responsabilidad que tengo en la construcción de estándares de belleza que enferman, oprimen y matan a niñas, adolescentes y mujeres y cada vez a más varones y disidencias? ¿Por qué soy elegida? ¿Por qué no hay otras corporalidades? ¿Por qué no hay diversidad?

MQNFT no tiene vinculación económica con marcas ni sponsors. Hace unas semanas lanzó una convocatoria a través de @ideamecom (una plataforma de financiamiento de proyectos), para poder seguir realizando de forma gratuita los hackeos de revistas en todo el país, especialmente en escuelas, donde consideran fundamental ir a cuestionar los modelos hegemónicos de mujer. A través de su Instagram @mujeresquenofuerontapa convocaron a sus seguidores para recolectar dinero y hasta hoy llevan recaudado el 46% de lo que necesitan, $ 318.000

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