Vecinos optan por demoler sus casas para evitar que las usurpen (sorpresas en el mercado de “rompé Pepe”)

Es común creer que una vivienda se demuele para construir una nueva o por cuestiones de seguridad (para evitar accidentes por una estructuras que están a punto de caerse). Sin embargo, hacerlo para impedir el paso de "okupas" es "algo muy habitual", nos cuentan desde las empresas del rubro. Detalles, a continuación.

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"De cada 10 viviendas, diría que la mitad es para nuevas construcciones, el resto es por otras razones", explican a InfoNegocios desde la empresa Brasca, marca registrada en el rubro.

A veces -continúan- lo hacen porque es una construcción que se vino abajo con el paso de los años y su estructura está dañada y es peligroso que siga en pie.

"Pero es muy habitual, no quizás en el centro de la ciudad o en barrios residenciales, es que lo hagan para evitar que se las usurpen", indica Silvia Delgado Brasca.

El caso típico es el siguiente: una vivienda que ha quedado como propiedad en sucesión demora un tiempo no menor a los dos años hasta que se resuelve quién es el heredero. Cuando queda determinado, el propietario advierte que alguien usurpó esa casa y se inicia un juicio de desalojo que demora al menos tres años y cuando este termina -y ya pasaron entre 5 y 6 años - el verdadero dueño ve que sólo tiene paredes porque por dentro todo ha quedado destruido y para evitar que vuelvan los "okupas" decide demolerla.

Detrás de este dato se esconden temas fundamentales a una sociedad que funciona emparchando derechos y garantías: la alta necesidad habitacional -principalmente por los costos al acceso a una vivienda propia- y la falta de resguardo de quien tiene derecho sobre su propiedad. (GL)

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