Desde que la firma cambió su imagen bajo el ojo del nuevo Director Creativo, Alessandro Michele, el juego de la industria, tanto de la moda como el de la comunicación y la publicidad, se transformó con la nueva estética de la marca.
En cuanto al área del diseño, su primera colección fue la masculina: una propuesta rompedora, basada en una estética andrógina y con aires de los años setenta. Con su primer trabajo, Alessandro no quería pensar en moda sino en términos de actitud, un sentido de belleza para una firma tan antigua y seductora como lo es Gucci.
Destruyó todo lo anterior: “creo que nos hace falta soñar”, mostrando la idea de algo romántico, onírico, como de película.
Y así fue: tapados, sweaters y pantalones, con estampados y bordados, excéntricos y recargados, con animales sacados de libros medievales de fantasía, con la famosa serpiente de coral que hoy vemos en todas las prendas de marcas locales y de tiendas departamentales, con géneros y cortes como si hubieran sido sacados de un sueño.
Esa obsesión por la nueva imagen se contagió, logrando al año siguiente, que todos se inspiraran en eso: tanto en el estilismo descontracturado que no seguía ninguna regla, como en los parches y bordados aplicados a zapatillas, zapatos, camperas, etc.
Ahora sí, abrí tu ropero o salí a mirar vidrieras, y contá cuántas prendas con esos recursos ves o tenés, ¡a ver si ya te contagiaste del fenómeno Gucci!
miércoles 21 de febrero | 2018
Guccification (el “virus” que inoculó Alessandro Michele)
(Por Facu Alv) Imposible decir que no has visto lo nuevo de Gucci ya sea en pasarela, en una publicidad, en Instagram o en uno de sus fashion films en Facebook.
Tu opinión enriquece este artículo: