Apto., un lugar especial

Barrio Güemes tiene una nueva joyita para lucir: se trata de Apartamento (o “Apto.” su abreviatura), un restaurante habla por sí solo. El espacio funciona en la estructura de una vieja casona del tradicional barrio cordobés y cuida hasta el más mínimo detalle. Casi una puesta en escena del interiorismo. Pasá y mirá…

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No esconde nada: el edificio cuenta con amplias ventanas que juegan una suerte de vidriera para los transeúntes.
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Las arañas son de madera y las macetas cubren por completo una pared que conecta la planta baja con el segundo piso.
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La instalación eléctrica no se disimula, al contrario, atraviesa toda la estructura y crea líneas simples y limpias negras.
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El diseño del interior del restaurante intenta desdibujar el interior del exterior y crear un ambiente verde y natural, como un invernadero.
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El ambiente se muestra tal cual es: ladrillos a la vista y mobiliario sin ningún tipo de tratamiento, combinado con piezas de diseño modernas como esta lámpara.

“La ambientación surge a partir del espacio que teníamos”, nos cuenta Guillermo Cacciavillani, uno de los socios que lleva adelante este emprendimiento y otros bares (entre ellos Dadá Mini) junto a Sebastián Gullo y Nicolás Cacciavillani.
Guillermo explica que la casa en sí no tenía ningún atractivo comercial pero el potencial se encontraba en el patio. “La idea fue despojar a la casa de protagonismo y otorgárselo al jardín para mostrar más verde”. Por esta razón, el espacio está ambientado como un gigante invernadero, con ventanas de vidrio amplias desdibujando los límites del interior y el exterior.
Una pared que conecta planta baja con primer piso, cuenta con hileras de macetas con plantas naturales de cuatro tipos de especies de claveles del aire. El socio y visionario de este diseño comenta que querían jugar con los colores naturales de la vegetación a través de las diferentes estaciones para así también cambiar de color.
El interior de la casona cuenta con las paredes de ladrillo “crudo”, hierros de la misma estructura que funcionan como barandas y ventanas en el frente que dejan entrever a los transeúntes la arquitectura del lugar: “es una especie de fábrica abandonada pero con los detalles bien cuidados”.
“Un problema era la instalación de la luminaria pero en su lugar, no quisimos esconder las conexiones y las resaltamos con tubos negros que atraviesan todos los ambientes generando una sensación de continuidad entre todos los espacios”, aclara Caccia Villani.
Las vedettes del lugar son sin dudas las arañas de madera sostenidas mediante poleas y atadas a la vista de los comensales, y los objetos antiguos de colección reutilizados que contrastar con los elementos más modernos de decoración.
“Es un lugar para dejarse sorprender por el diseño y jugar con él”, concluye Guillermo.
Más información: Apto. en Facebook.

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