¡Los cuadros sean unidos! (8 consejos útiles para organizarlos)

(Por Ivanna Torres Riesco - @ivannatr) Los cuadros ya no son sólo una pieza decorativa en el ambiente sino que debido a la pluralidad de diseños, colores y contenido, en conjunto forman una parte central de la habitación y punto de atención. Gracias a las composiciones que se logran en conjunto, las pinturas, fotografías, dibujo y lo que sea que haya sido enmarcado, se complementa incluso con el mobiliario.
Cómo organizar los cuadros y crear tu propia esquina de arte en ocho pasos, a continuación.

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Un ejemplo de cómo los cuadros pueden complementarse a la perfección gracias a los motivos que enmarcan.
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Si no querés perforar, es tendencia en interiorismo apoyar los cuadros sobre repisas o sobre el mismo mobiliario.
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No sólo se enmarcan imágenes: es motivo de “admiración” cualquier elemento, como por ejemplo bolsas de compras.
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La composición puede ser geométrica o incluso circular y romboide.
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Hay que respetar los espacios vacíos para no sobrecargar la vista y, si se puede, acompañar el mobiliario de la casa, como en este caso en el que los cuadros siguen la línea generada por la escalera.
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Antes de clavar, mejor tomá las medidas de los marcos y situalos en la superficie para crear la composición.
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Una infografía con distintos casos para que tengas en cuenta cómo organizar los cuadros en cada ambiente.

Incluso en ambientes minimalistas, el reinado del cuadro solitario llegó a su fin. La tendencia en interiorismo es combinar varios en un mismo sector para señalar el punto de atención. ¿Cómo hacerlo? Aquí ocho consejos para tener en cuenta:

1 – Básico: elegir los cuadros que querés colgar. (No importa tamaño, marco ni contenido; sin embargo, si podés elegirlos estratégicamente es más fácil crear distintas composiciones en cualquier lugar).

2 – Seleccionar el muro: antes que nada hay que revisar dónde están los principales elementos de la habitación ya sean ventanas, puertas, chimeneas, entre otras, para evitar sobrecargar superficies.

3 – Combiná: agrupá los cuadros que combinan entre sí ya sea por los marcos, los colores o incluso por complementación ya que muchas veces dos forman parte de una misma pieza (ver ejemplos en fotos).

4 – El cuadro más grande al medio: ésta es la imagen que será el foco de atención en la habitación.

5 – Los más pequeños a los costados: de esta manera se equilibran las proporciones.

6 – Una vez acomodada la composición, tomá las medidas de los cuadros sobre algún papel desechable, recortá y proyectá el diseño sobre el muro pegando las “sombras” con cinta de papel (evita arruinar las superficies). Un tip: da vuelta el cuadro y marcá en el papel el lugar donde iría el tornillo.  Una vez pegado sobre la pared podés perforar directamente en la marca con papel y todo.

7  – En caso de no querer perforar las paredes podés optar por alternativas como apoyarlos sobre repisas o incluso sobre el mobiliario.

8 – Las composiciones logradas pueden ser lineales, circulares, cuadradas e incluso romboide.

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