Se trata de una problemática que afrontan las industrias de la rama “refinadoras de metales”, cuya actividad consiste en la producción de aleaciones mediante el reciclado de rezagos de aluminio de origen post industrial y post consumo, como su principal materia prima.
El sector se encuentra actualmente afectado por escasez y consecuente aumento de precio de estos rezagos de hasta un 100 % en lo que va de año, situación que responde a varios factores.
Estas materias primas que se utilizan para la producción de aleaciones, destinadas a mercados como el automotriz, autopartista, electrodomésticos, acerías, materiales eléctricos, entre otros, han visto incrementado sus precios de forma desproporcionada en el mercado local debido a:
- La caída de la producción nacional de los últimos años que trae aparejado una reducción en la generación de rezago de origen industrial.
- El presunto tráfico ilegal (contrabando) a través de las fronteras del norte del país, fomentado por la enorme brecha cambiaria existente. Documentos y datos que constatan esta situación, ya presentados ante las autoridades pertinentes, confirman que gran cantidad de chatarra se está escapando por las fronteras, donde se comercializa al ritmo del dólar paralelo.
Si bien rige una resolución que grava con 40% la exportación de rezagos metálicos, estas maniobras están eludiendo todo tipo de control y fiscalización, evadiendo la pretendida recaudación.
Por su parte, la Cámara de Industriales Metalúrgicas y de Componentes de Córdoba, manifiesta que la situación atenta contra la competitividad las empresas y de toda la cadena de valor, generando un efecto cascada negativo que incluye desde la promoción de la importación de materias primas, hasta la importación de productos elaborados en reemplazo de los que las industrias fabrican localmente.
Además incentiva la informalidad, ya que los chatarreros y/o acopiadores locales, tienen la oportunidad de vender su mercancía a estos intermediarios que la venden en las fronteras con países limítrofes, sin facturarla, evadiendo todos los impuestos involucrados: IVA, ganancias, ingresos brutos, tasas municipales, entre otros.
El pedido de la Cámara a las autoridades
Le solicitan a las autoridades nacionales y provinciales (Aduana, AFIP, Ministerio de Industria y Producción de la Nación) arbitrar con urgencia medidas para:
Frenar la salida ilegal o contrabando de rezagos de aluminio incrementando los controles fronterizos.
Habilitar la importación de rezagos de aluminio para suplir la escasez del mercado local.
En diálogo con InfoNegocios, Ramón Ramirez, integrante de la comisión directiva de la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba, aclara algunos puntos sobre la problemática.
“Hoy hay escasez de este producto, en parte por la caída de la actividad económica, pero también porque los chatarreros están pidiendo un precio por la chatarra del doble de lo que cuesta el dólar oficial, porque tienen un mercado alternativo que se lo está pagando a ese valor elevado” explica Ramírez. “La caída de la actividad económica tiene una gran influencia, pero debería haber suficiente chatarra para atender al mercado local” agrega.
“Otra manera de abastecer al mercado sería con la chatarra importada de otros mercados a dólar oficial. Pero por cuestiones burocráticas, el Ministerio de Ambiente está frenando todo lo que es importación de productos como la chatarra. Entonces el refinador productor de aluminio tiene las posibilidades reducidas debido a estas trabas. Así se pierde competitividad, ya que el valor de venta termina siendo muy elevado y por ejemplo, las automotrices, buscan material en el exterior y no en el mercado local” expresa el directivo.
Luego de la introducción de Ramírez, le consultamos:
- ¿Qué medidas creen que pueden tomar más allá de controles fronterizos?
- Ramón Ramirez: “Además de reforzar controles fronterizos, aliviar la parte burocrática en la importación para que el refinador consiga chatarra de otro origen a precio oficial del dólar. No que entre cualquier cosa, sino que haya más facilidad para tener material de producción”.
- ¿Por qué se habla de presunto tráfico ilegal?
- Ramón Ramirez: “El tráfico es una deducción porque todo indica que por valores y disponibilidad, no hay manera de que se esté comercializando en el mercado legal al doble de precio que en condiciones normales”.
- ¿Qué denuncias formales se han realizado?
Ramón Ramirez: “No hay denuncias formales hechas. Institucionalmente, los asociados a la Cámara están preocupados por la situación y deducen que se trata de tráfico ilegal de materiales. Hay alto riesgo de los fundidores para poder seguir trabajando. Además, los asociados locales dicen que no pueden competir en costos contra la importación”.
Tu opinión enriquece este artículo: