“Estamos transformando el viñedo en lo que, en un principio, imaginamos como idea original”, así define Sean Towers -uno de los socios fundadores-, el recambio que está atravesando en este momento Nébula.
Tras el receso invernal, el centro gastronómico -ubicado entre Villa Giardino y La Cumbre, en el Valle de Punilla-, se prepara para su reapertura con importantes cambios. Uno de los más llamativos es la incorporación de su nuevo anfiteatro: un escenario al aire libre compuesto por 5 grandes escalones de 4 metros cada uno, y que le brindará a cerca de 600 espectadores la posibilidad de sentarse y disfrutar de los próximos conciertos que se realicen este verano en el recinto.
Desde Nébula esperan poder “quitarle el candado a la tranquera” a fines de este mes, y empezar a recibir clientes durante los primeros días de diciembre.
Dar el “Sí” a la sombra de la parra
Otro de los objetivos que se plantean desde el viñedo para esta nueva etapa, es su profundización en la organización de eventos privados. Aunque en el pasado ya han organizado encuentros similares, esperan poder especializarse en este segmento.
Entre este tipo de novedades, anuncian que sumarán la organización de casamientos. También mantendrán fiestas corporativas, y agregarán cumpleaños, bar-mitzvah, y prácticamente cualquier tipo de celebración solicitada por el público.
“No queremos limitarnos a ofrecer un paquete cerrado: nuestra idea es que la gente pueda solicitarnos lo que necesite y coticemos algo a la medida” remarca Towers, y agrega: “Les damos la opción de alquilar el predio entero o compartirlo con nuestros clientes. Ponemos a su disposición carpas, sonido y ambientación, pero también pueden contratarlo por otro lado; lo mismo pasa con el servicio de catering y vajilla. Contamos con lo necesario para hacernos cargo de todo, pero lo dejamos abierto a cada cliente, por eso el costo también varía según lo contratado”.
Según cuentan desde Nébula, ya tienen 10 eventos en espera para organizar antes de fin de año.
Cambios en la gastronomía (y el principio del fin de la “estacionalidad”)
En diálogo con InfoNegocios, Towers también adelanta que este año darán por terminada la concesión mediante la cual tercerizaban sus servicios gastronómicos, y así lanzar una nueva propuesta propia.
“En esto también vamos a hacer un cambio importante; nuestra idea es ofrecer tres alternativas, que apunten a distintos públicos pero que compartan el mismo lugar” detalla, y amplía “en el primer caso, nos vamos a manejar con reservas; estos comensales van a poder usar las mesitas que tenemos al aire libre, y disfrutar de un menú de pasos. La segunda opción es algo más casual, y apunta a quienes lleguen sin haber pedido que se les guarde un lugar. Por último, vamos a tener opciones de comidas más ‘express’ para los que quieran algo aún más distendido: gente que se traiga una manta y quiera pasar la tarde, con platos que puedan comerse con la mano”.
Por otro lado, el recinto se está preparando para cerrar algunas de las naves que tienen instaladas, para sumar espacios que estén al resguardo de la intemperie. De esta manera, Nébula pretende romper con la estacionalidad que hoy los condiciona, y poder mantener sus puertas abiertas a lo largo de todo el año.
¿Y el vino para cuándo?
“La semana que viene empezamos a embotellar los primeros lotes, y en enero vamos a estar haciendo la presentación oficial de nuestro vino” sentencia Towers. Y especifica que, para esta primera instancia, estiman producir cerca de 3.000 botellas.
El número les resulta modesto, y apuntan a ir por más: “Me encantaría llegar a las 100.000 botellas algún día, pero para eso necesitaríamos esperar a que nuestras plantas sigan madurando y sumar hectáreas. También quisiéramos venderlo por otras vías, de momento solo va a estar disponible en Nébula. Son cosas que no descartamos y están en nuestros planes” cuenta el emprendedor.
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