Quilmes rompe el molde: Zona Paranormal pone a la marca en otro nivel de contacto

Que las marcas se quieren convertir en “experiencias” no es nada nuevo. Ahora, cómo lograrlo es siempre un desafío.  La Zona Paranormal que Quilmes montó en un edificio abandonado de Buenos Aires es una apuesta de marketing distinta: sólo la disfrutrarán 10.000 personas.
Estuvimos en el “avant premiere” y te contamos cómo nos fue (impresionante galería de fotos).

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Este científico un poco pirucho convida raras pociones a los visitantes (de una jaula, una mano extraña te da el susto de tu vida).
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Parte de la ambientación de Zona Paranormal: cada detalle cuidado al estilo Disney. Impecable.
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¿Te animás a entrar? Así empieza la aventura que propone Quilmes.
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La primera que te recibe y te cuenta del recorrido. Los ojos de zombies son impecables.

La excusa es que el próximo 31 de octubre (justo noche de brujas), se cumplen 125 años desde que Otto Bemberg tiró el primer chopp. Y sobre ese dato la marca de cerveza líder de Argentina montó una Zona Paranormal junto a Blumhouse Productions  (de Jason Blum), responsables de la saga de películas Actividad Paranormal.

En una construcción abandonada detrás del Dot Baires se montó un espectáculo al que se accede por tandas de 6 personas donde actores en una excelente ambientación recrean algunos de los mitos urbanos más tenebrosos.

Luego del estreno para prensa y celebrities, los fans de la marca que se inscriban (y si encuentran lugar) podrán pasar por esta Zona Paranormal que cuenta con un bar al inicio del recorrido (para organizar las rondas) y otro más grande al final, para relajarse y contar las experiencias.
“Octubre, que no te encuentre solo” es el claim que Quilmes propone a todos sus consumidores en una campaña de 6 piezas  ideada y realizada por Mercado McCann, en coproducción con Blumhouse Productions.

La experiencia es intensa, jugando entre el “miedo” y la diversión de la mano de actores genialmente caracterizados y una ambientación impecable que involucra a los visitantes a buscar llaves secretas, pasar por pasadizos tenebros que incluyen un féretro y muchas “sorpresas”.
En el bar del final, incluso, se puede ver a los grupos que atravisan Zona Paranormal y un pulsador interactivo invita a asustar a los circunstanciales visitantes.

De manera similar a lo que fue el Hotel Quilmes en Mar del Plata, estas “movidas” buscan pararse frente a los consumidores desde otro lugar, aunque el impacto directo es relativamente pequeño (sólo 10.000 personas podrán hacer la experiencia).

En resumen, vale la pena intentar un lugar para Zona Paranormal.

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