Este galardón, considerado por muchos como el "Nobel del medio ambiente", resalta su trabajo en la interconexión entre los seres humanos y la naturaleza, promoviendo políticas y modelos de negocio que reconozcan esta relación esencial para la vida en el planeta.
El premio fue compartido con el antropólogo brasileño-estadounidense Eduardo Brondízio, y ambos se convirtieron en los primeros sudamericanos en obtener este reconocimiento. En ediciones anteriores, figuras como Jane Goodall, Jared Diamond, Eugene Odum y Mario Molina han sido honradas con este galardón. El comité organizador destacó a Díaz y Brondízio como "poderosas voces del Sur Global" en el ámbito de la ecología.
Díaz es investigadora superior del Conicet en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (Imbiv, Conicet-UNC) y docente de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC. Su trayectoria ha sido reconocida con importantes distinciones, como el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2019 y la medalla de la Sociedad Linneana de Londres. Además, es miembro de las academias de ciencias de Estados Unidos y Francia, un reconocimiento reservado a las mentes más influyentes en sus campos.
Durante la conferencia de prensa en la que se anunció su premiación, Díaz enfatizó que los seres humanos no están separados de la naturaleza, sino que forman parte de una "trama de la vida" interconectada. A través de su trabajo, desarrolló el concepto de "contribuciones de la naturaleza a las personas", que busca reflejar los diversos significados y beneficios que los seres humanos atribuyen a los ecosistemas. Este enfoque permite repensar la biodiversidad no solo desde la cantidad de especies, sino también desde su funcionalidad dentro de los ecosistemas y su relación con las sociedades humanas.
En su discurso, Díaz también advirtió sobre los riesgos del negacionismo climático y de aquellas políticas que priorizan el beneficio privado sobre el bien común. "Si estas narrativas se afianzan y se expanden, corremos un grave riesgo de perder la oportunidad de asegurar un futuro mejor", sostuvo. Según la científica, la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y las desigualdades sociales tienen una misma raíz: la explotación desmedida de los recursos en pos del lucro.
El premio Tyler fue establecido en 1973 por John y Alice Tyler y es administrado por la Universidad del Sur de California. La ceremonia de entrega del galardón se llevará a cabo el 10 de abril de 2025 en Los Ángeles, donde Sandra Díaz y Eduardo Brondízio serán homenajeados por su incansable trabajo en defensa del medio ambiente y la biodiversidad.
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