El fiscal Senestrari sigue “ensañado” con Vitnik: apeló y persiste en su tesis

Parecen estar mirando dos realidades diferentes: mientras el juez Ricardo Bustos Fierro no encontró “ningún elemento” que permita avanzar en la causa y sobreseyó al dueño de Vitnik, Ramin Tovfigh Rafii, Juan Manuel Nieto y otras 11 personas por trata laboral de personas y delitos migratorios, el fiscal Enrique Senestrari insiste en su tesis.
“Considero que el análisis que hizo el juez es muy parcializado. A una investigación de años la resuelve en apenas dos carillas donde no se analizaron las pruebas que presenté y prevalece la idea de que hubo consentimiento de las personas que estaban en condiciones de vulnerabilidad”, explicó Enrique Senestrari a InfoNegocios.
El fiscal –que por estos días investiga el denominado “narcoescándalo” en el que se vincula a miembros del Gobierno provincial con el tráfico de drogas – confirmó que para el Caso Vitnik pidió la asistencia técnica de la procuraduría de Trata de Personas a cargo de Marcelo Colombo, un estamento del Poder Judicial creado a principios de año por Alejandra Gils Carbó.
De esta manera, será la Cámara Federal de Apelaciones la que resuelva la decisión de Bustos Fierro.
Ramin Tovfigh Rafii, en tanto, dejó en claro cuál es la posición de Anavi, la empresa dueña de la marca Vitnik, sobre la decisión del ministerio público: “estamos tranquilos porque la realidad y el dictamen del juez demuestran que no hay pruebas en nuestra contra. Creo que hay un ensañamiento contra nosotros”, le dijo a este medio.
Más sobre la investigación sobre Vitnik, en la nota completa.

Por otra parte, desde la fiscalía informaron que se mantiene la imputación contra los directivos de Vitnik por presunta evasión al Fisco. “Estamos a la espera de un informe de la Afip –precisó Senestrari – para avanzar en esa línea investigativa”.
La causa contra Vitnik comenzó en marzo de 2011 cuando por orden de Senestrari la Policía detuvo a seis personas vinculadas a situaciones de trabajo esclavo en la ciudad de Córdoba. En ese marco, fueron liberadas seis personas de origen peruano que se hallaban en condiciones de "esclavitud". Se trata de cinco hombres, entre ellos un menor, y una mujer.
Según declaraciones de esos días del fiscal , se detectaron “un número importante de talleres clandestinos” que trabajaban para la marca de indumentaria deportiva y que en ellos la mayoría de los trabajadores eran ilegales y de nacionalidad peruana. “Anavi es sólo una pantalla”, había declarado Senestrari.

“Como en un circo romano”
Tras conocerse su sobreseimiento, la semana pasada Ramin Tovfigh Rafii habló con la prensa y dijo que ahora después del fallo está con una "sensación de alivio muy importante pero que es ambigua".
"Siempre supimos de nuestra inocencia, siempre creímos que se nos iba a dar la posibilidad de hablar de nuestra situación", señaló el empresario textil.
Aseguró, además, que todo el proceso judicial que se elevó en su contra fue “muy extraño" y que "nunca hubo alguien querellante, alguna persona que haya dicho que era explotada con fines laborales".
"La única persona que nos culpó fue un fiscal federal que su trabajo es el de investigar. Sin embargo esta persona se tomó diez días para salir en todos los medios y culparnos y después, fuera de toda norma, tomarnos declaración. Nos sentimos como en un circo romano contra un lancero que venía en un corcel enfurecido contra nosotros", expresó a Cadena 3.

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