No hubo Armaggedon (y el “anti-K” aún no tiene nombre)

(Por Roberto Avilia). A estas alturas, con algunos resultados puestos y otros por confirmar, el primer análisis nos lleva a pensar que no hay, a nivel nacional, una persona o una fuerza política que lleve la bandera opositora y sea referente del cambio que todos planteaban. Muchos “ganadores” y “perdedores”, ninguno con total certeza, y con un escenario político complejo. Sólo Cobos en Mendoza, Macri con el Pro y algún dirigente de provincias más pequeñas (como Alperovich en Tucumán) han sacado alguna luz sobre las otras listas. De Narváez en Buenos Aires, Reutemann en Santa Fe, Juez en Córdoba, asoman tibiamente, pero no pueden afirmar con seriedad que han consolidado un liderazgo nacional. Ergo, desde hoy (el “día después del juicio”) se inicia una etapa de construcción de consensos, de reordenamiento de fuerzas, donde el libre juego democrático de mayorías y minorías según los temas (y no según la bandería) será protagonista.
Sin embargo, este nuevo escenario debe esperar hasta diciembre para hacerse efectivo. Es que por un semestre, en lo formal nada ha cambiado... (Sigue en la "lupita" que lleva a Ver Nota Completa).

Hoy la situación económica del país sigue siendo la misma. La inflación sigue pendiendo como espada de Damocles, la recesión es parte de nuestro horizonte de corto plazo, los costos siguen en niveles diferentes a los de hace un lustro y las inversiones son esporádicas. ¿Qué va a pasar en los escritorios donde se toman decisiones cuando se acallen los comentarios sobre los resultados electorales? Seguramente pondremos en marcha los planes que venimos elaborando, con los ajustes y correcciones que correspondan. Lo que estaba detenido a la espera de la decisión del voto popular se irá destrabando a la luz de que todo sigue según estaba previsto. La “U larga” de la crisis en gráfico se irá componiendo en el devenir de los trimestres. Y la mejor de todas las noticias: el “Armaggedon” (la lucha apocalíptica entre el bien y el mal) que se temía no se dio; el mundo sigue su marcha, el país sigue en democracia, y como siempre, el desarrollo y crecimiento futuro de nuestras organizaciones sigue dependiendo de nuestras decisiones de hoy.

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