“Dentro de los ‘costos relacionados a la salud’, están los que llamamos ‘directos’ -que tienen que ver con los gastos de hospitalización, medicamentos y procedimientos- cuando la obesidad produce alguna descompensación en nuestro organismo. Pero también debemos considerar aquellos costos no relacionados directamente con la salud, que tienen que ver estrechamente con la pérdida de la productividad y de las capacidades laborales. ¿Cuánto podemos llegar a perder económicamente si nuestra capacidad de atención, de mantenernos despiertos, de producir no está al ciento por ciento? ¿Cuántas oportunidades de ascenso estamos dejando pasar al no poder rendir intelectualmente como deberíamos, a causa del impacto de la obesidad en nuestro organismo?”, se pregunta el Dr. de Diquecito.
Lo cierto es que en Argentina, el 57,9% tiene exceso de peso y el 20,8 obesidad por lo que el análisis extensivo a nuestra realidad “es alarmante para la economía si se tiene en cuenta el nivel de ausentismo laboral”, agrega.
¿Qué hacer?
En el país, el 21,2% de las personas tiene un estado de salud regular o malo, el 16,3% está ansioso o deprimido y el 55,1% realiza baja actividad física. Ante este panorama, el médico indica que es vital incentivar la pérdida de peso en el ambiente laboral fomentando el ejercicio entre los empleados, promoviendo una alimentación sana en los comedores y estimulando con beneficios a los que logren bajar de peso.
martes 09 de diciembre | 2014
Entre la economía y la salud: ¿cuánto le cuesta al bolsillo el sobrepeso?
Según un informe de la Clínica Diquecito de 2013 analizado por el Dr. Rubén Salcedo, el sobrepeso y la obesidad no sólo repercuten a nivel salud sino también en la economía personal. ¿Cómo?
En EE.UU. por ejemplo, las mujeres que tienen sobrepeso faltan a sus trabajos 3,9 días al año mientras que las que registran un peso normal 3,4. Cuando la persona llega al grado de obesidad 2, el ausentismo se eleva a 6,4 días al año, y en el grado 3 se llega a un promedio de 8,2 días, es decir casi el triple de ausencias que en el caso de las mujeres de peso normal. “Existe una relación directa entre la obesidad y el ausentismo laboral”, agrega Salcedo.
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