Esta es la "posta": si el ingreso de calorías es mayor al gasto calórico, independientemente si proviene de alimentos o de bebidas, el peso total corporal aumenta y con él, el perímetro de cintura, lo que representa un factor de riesgo para la salud. En cuanto a la cerveza (bebida de baja graduación alcohólica y sin azúcar agregada), el consumo moderado no conduce necesariamente a un aumento de peso, siempre que se mantenga el equilibrio energético, entre las calorías ingresadas y las calorías gastadas, en base a una dieta variada y ejercicio físico.
Acá, las bebidas con alcohol más consumidas y su aporte al plan dietario por cada 100cm3:
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Vino tinto: 79 calorías
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Vino Blanco: 74 calorías
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Cerveza: 39 calorías
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Daikiri: 200 calorías
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Vodka: 464 calorías
¿Y el agua? ¡Cero calorías! Por lo que podés aprovechar la buena nueva sobre la cerveza, pero no olvidar que lo más sano es siempre la ingesta de agua para la hidratación del cuerpo.
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