Por qué el dólar futuro es (además de una cobertura) una herramienta comercial en este 2019 volátil

Queda todavía un largo semestre antes de las elecciones y la volatilidad cambiaria -guste o no- llegó para quedarse. El dólar futuro es una herramienta que muchos miran como “timba” (y tiene un costado de “apuesta”) pero que cada vez usan más empresas que quieren seguir vendiendo sin correr riesgos de perder plata (por una suba del dólar que afecte sus insumos) ni quedar fuera de mercado en precios (por sobreestimar el valor del dólar en un par de meses).

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Amalia Loubiere (asesora financiera) y Maximiliano Bagilet (portfolio manager), ambos de TSA Bursátil, expertos en dólar futuro.

Miremos el ejemplo: una empresa Alfa vende un producto P, importado (costo US$ 100) y su negocio no es adivinar el valor del dólar en junio (fecha de la próxima compra de reposición) sino ser competitivos en el mercado.

Si hoy vende un P pensando en un valor de reposición $ 4.369 (US$ 100 al valor BCRA del viernes), lo más probable es que cuando en junio pague el siguiente pedido no le alcance… ¿o sí? Nadie lo sabe.

Muchas empresas suelen sacar el “ojímetro” y decir… hmm… vendo un P pensando que cuando lo recompre estará a $ 5.000 y así se “cubren”, pero a riesgo de perder la venta por quedar fuera de precio con la competencia. Y otros dicen: “no vendo” y cierran lista de precios ante la incertidumbre.

La herramienta de dólar futuro -explica Amalia Loubiere de TSA Bursátil- “permite sacarte de encima la volatilidad cambiaria y fijar el valor del dólar hoy, incluso con pesos que aún no has cobrado”.

En ese sentido -amplía Maximiliano Bagilet, también de TSA Bursátil- el dólar futuro pasa a ser una herramienta comercial: le podés financiar a tus clientes un producto de valor incierto (por su componente importado en dólares) a un precio cierto.

Por eso cada vez más empresas están cubriendo sus operaciones con este mecanismo: desde industrias hasta pequeñas pymes, como una agencia de viajes que financia los viajes a Disney de 15 años de sus clientes “calzando” las cuotas con dólar futuro (entonces no le cobra “por las dudas” aumente ni se arriesga a “clavarse” si el dólar se dispara).

A tener en cuenta

El dólar futuro (como otros mercados de futuro) es parte de los productos financieros “derivados” (derivan del valor de un activo, sea una moneda o un commodity) y en el caso de Argentina el que más opera es el mercado Rofex; aquí se usan contratos muy estandarizados dónde solo se negocia el precio: son contratos de US$ 1.000 (hasta 1.000 contratos de 1.000 se consideran “minoristas”) y los vencimientos están fijados para el último día hábil de cada mes (con hasta 12 meses por delante).

Como hay una cámara compensadora en el medio, el riesgo de incumpliento del contrato es “casi cero” y la liquidez del mercado es total.

Quiénes juegan y cómo

En el dólar futuro operan:

  • Coberturistas: la empresa o individuo que quiere saber hoy a cuánto va a comprar un dólar en 3, 6 ó 9 meses.
  • Especuladores: los que apuestan hoy a que el dólar suba o baje a una fecha determinada, aportando el 90% del volumen del negocio.
  • Arbitrajistas (que arbitran el mercado).

No hay dólar billete

En el mercado Rofex se toma el valor del denominado Dólar BCRA 3500 (dólar mayorista) y se opera en pesos a través de una cuenta con un operador bursátil.

Entonces, si la empresa Alfa sabe que el 10 de junio tiene que depositar US$ 1.000.000 por la compra de 10.000 P, lo que hace es abrir su cuenta con un operador en el mercado Rofex donde solo necesita dejar una garantía del 15% del valor del contrato, que puede ser aportada -por ejemplo- en bonos (que siguen rindiendo su interés y manteniendo su valor mientras están en garantía).

Según los movimientos del mercado, cada día su agente bursátil irá monitoreando la cuenta de Alfa donde se ajustará (siempre en pesos) en más o en menos según la evolución del dólar.

Al momento de tener que pagar US$ 1.000.000, Alfa estará cubierta (con la diferencia en pesos) al valor previsto al inicio, al margen que las encuestas digan que ganará CFK (y el dólar suba) o que la artillería del BCRA y el FMI domen una corrida (y el dólar baje).

“Hay quienes entran al dólar futuro como apuesta financiera (timba) y esa es la idea que prima en muchas empresas -explica Bagilet-, pero es importante decir que las compañías que tienen productos con altos componentes dolarizados pueden recurrir a este mercado para tener certidumbre de precio y esa certidumbre -trasladada a tu operación- te permite hacer más negocios y no quedarte paralizado ante la volatilidad cambiaria”.

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