La historia arrancó en 2023 cuando, tras varias investigaciones científicas y tecnológicas, Juan Pablo Real (director de operaciones), Santiago Palma (director de ciencia y estrategia), Daniel Real (director tecnológico) y Enzo Moriconi (CEO) se presentaron para un fondo de inversión (el SF500) y quedaron seleccionados para ser invertidos. Así nació esta startup que propone una solución disruptiva en materia de salud.
Hoy, el 99% de los medicamentos que se consumen son estándar, es decir, productos que la industria farmacéutica ofrece en dosis y combinaciones fijas (la misma pastilla para todos). Ahí radica la novedad de Pill.ar que transforma la manera en que se producen y distribuyen los medicamentos. A través del desarrollo de equipamiento propio (la impresora) hace posible la elaboración descentralizada, automatizada y personalizada de medicamentos utilizando tecnología de fabricación aditiva.
Una cápsula, una persona
El paciente va al médico y le extiende una prescripción magistral. En la actualidad, las farmacias que las preparan llevan a cabo procesos manuales y poco escalables.
“Hoy, un farmacéutico tarda aproximadamente 30 minutos en hacer una prescripción magistral pero con nuestra impresora 3D la puede hacer en 5 minutos; nuestra tecnología viene a automatizar el proceso y a disminuir drásticamente los tiempos de elaboración de manera segura”, cuenta Moriconi.
El médico en vez de prescribir un medicamento de laboratorio puede optar por una prescripción magistral la cual permite combinar diferentes principios activos en una sola cápsula.
Esto simplifica los esquemas terapéuticos del paciente que no consumirá 5 o 6 pastillas, sino que tendrá una única capsula que combine todo lo que necesite (según su peso, edad, sexo y condición de salud particular) en la dosis exacta que requiera.
El paciente luego entra a la página de Pill.ar, sube la receta y la empresa se comunica con la farmacia (que tiene en su poder la impresora) enviándole la prescripción e indicándole cómo la tiene que preparar. Finalmente la farmacia imprime la cápsula y se la envía a domicilio al solicitante.
Juan Pablo Real (director de operaciones), Santiago Palma (director de ciencia y estrategia), Daniel Real (director tecnológico) y Enzo Moriconi (CEO)
¿Cómo se imprime la cápsula?
Los principios activos entran en polvo, se hacen semisólidos, se extruyen y se vuelven a solidificar. Ese proceso es el corazón de la tecnología desarrollada por la startup cuyo resultado final es una cápsula multicapa.
¿Por qué elegir una medicación personalizada?
Los beneficios respecto a la medicación estándar son muchos: la cápsula de Pill.ar resulta más económica cuando el paciente tiene varias sustancias que tomar; además reduce los efectos adversos porque ingiere la dosis justa que necesita; mejora la adherencia del paciente porque le simplifica el esquema terapéutico (es decir no abandona el tratamiento porque no se olvida o se cansa de tomar la medicación) y también favorece la biodisponibilidad de los principios activos dentro del cuerpo, por ende aumenta la efectividad.
Pill.ar tiene un vademecum de 25 materiales desarrollados para la suplementación personalizada (vitaminas y minerales) y para atender las migrañas. El potencial es infinito. “El próximo objetivo es ayudar a la salud mental y tratar enfermedades cardiovasculares”, anticipa el CEO de la empresa.
El desarrollo de Pill.ar fue bien recibido por el personal de salud. Conci Carpinella es el primer centro de salud que respalda el emprendimiento y está interesado en esta tecnología, lo cual es el puntapié inicial para poner en marcha el proceso ya que la medicación debe ser recetada indefectiblemente por un médico.
“Somos pioneros en Argentina y nos enorgullece haber lanzado este desarrollo en un año y medio ya que en cuestiones de salud (y en términos de startups) salir al mercado lleva mucho tiempo”, comenta Moriconi quien anticipa los próximos pasos: “Ahora la idea es abrir una nueva ronda de inversión para la siguiente etapa”, finaliza.
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